El Grimorio Oscuro

Bienvenidos a este blog.
En el iré colgando los relatos que vaya decidiendo adecuados para mostrar al publico. Desearia que los comentaseis y me dieseis vuestra opinión. La gran mayoria pertenecen a una recopilación de relatos que, con suerte y ayuda, espero editar algun dia.
Los iré posteando por fragmentos, ya que no dispongo de mucho tiempo de internet. Por favor, sed pacientes.

GRACIAS

Almanzor B. Darkman

jueves, 9 de junio de 2011

Otro maravilloso dia parte 3ª

No pensó demasiado, tampoco lo necesitaba, salió al exterior.
No reconoció el lugar. Nunca solia hacerlo, excepto cuando aparecia en lugares
facilmente reconocibles.
Incluso una vez estuvo en el espacio, en una estacion llamada Clavel blanco 203,
junto con otros tripulantes, entre ellos Super Mario y Hellen.
<<Siempre Hellen>>
Nada mas salir a la calle tuvo que detenerse.
Alli le esperaban todos aquellos coches patrulla. Con todos aquellos policias
armados apuntandole. Alzó los brazos en señal de rendicion.
Se abalanzaron sobre el como perros de presa, le leyeron sus derechos
mientras lo esposaban y lo metieron en la parte trasera de un coche.
No era la primera vez que esto le ocurria.
Horas despues estaba en una celda.<<Van a dejar que me
pudra aqui.>>Pensó desanimado y cansado.
Finalmente lo sacaron de la celda y lo llevaron a una sala de interrogatorio.
La sala era de color metalico, con dos sillas metalicas y una mesa metalica.
Todo clavado al suelo. A ambos lados, en las paredes habia dos grandes
espejos.
Sentaron a Brad en la silla que estaba de cara a la puerta y lo encadenaron a
la mesa. Alli espero.
La puerta se abrió transcurridos unos minutos, y entro una mujer joven, de
menos de treinta años, con el pelo castaño rojizo, ondulado hasta debajo
de los hombros, vestida con una falda estrecha hasta el nacimiento de la
rodilla de color gris y una chaqueta de botones dorados a juego.
-Hola, Hellen- Saludó Brad. La mujer le dirigió la mirada. Clavo con
desprecio sus ojos grises sobre el rostro del detenido.
-No me llamo Hellen- Le contestó.
-Para mi si, si no es mucha molestia, agente- Dijo Brad Benson, con
una sonrisa que hizo estremecer el cuerpo de la mujer.
Ella se sentó en la silla opuesta al detenido, con una carpeta
en la mano y comenzó a ojear su interior.

                              (Continuará)